2012/12/19

El nuevo empleo de "El Logo"

Jerry West, el dueño de la silueta que separa el rojo y el azul en el emblema de la NBA, tiene un nuevo puesto en la liga: Su mano ha ayudado en la confección del equipo revelación de la temporada. 
Artículo publicado por primera vez en UltimateNBA.com, por Carlos del Castillo

Un difícil comienzo

Joe Lacob quizá sea aún un desconocido para la mayoría de los seguidores de la NBA. Sin embargo, su ambición va a provocar que su nombre pronto ocupe un lugar en las mentes de los aficionados; para bien o para mal, es algo que aún está por ver.

 Joe Lacob tiene un proyecto: convertir en una referencia ganadora a una de las peores franquicias de la NBA. Un proyecto quizá tan ambicioso que corre el riesgo de no ser tomado en serio. No obstante, si lo primero que tuvo que hacer para llevarlo a cabo fue ganar una puja a la quinta mayor fortuna del mundo, impidiendo que un hombre mencionado anualmente por la revista Forbes y que tiene una pista de baloncesto en la cubierta de su yate cumpliese su gran deseo de poseer la franquicia NBA de su ciudad... Probablemente merezca la pena entrar en los pormenores de su plan, ¿no?


 Joe Lacob no escondió nunca cuál es su objetivo. El primer mensaje que mandó a los aficionados de los Golden State Warriors fue que quería ganar, ganarlo todo, ganar desde el principio. Su ambición le impulsó a prometer que el equipo volvería los Play Off desde su primera temporada, a pesar haber logrado una sola presencia en los últimos 18 años y de encadenar 3 temporadas con una media de 30 victorias.


 Esta promesa es la que demostró a Lacob que la ambición puede responderte con una dura cuchillada si no eres capaz de cumplir las expectativas. Los Warriors no las cumplieron la pasada temporada, puesto que tras un mal comienzo, las lesiones de jugadores clave como Stephen Curry y el irregular rendimiento del equipo, la dirección deportiva tomó la decisión de traspasar a Monta Ellis, estrella de la franquicia y uno de los jugadores preferidos de la afición, dando por perdida la temporada.



Lacob tuvo que enfrentarse al público del Oracle Arena apenas unos días después, que no le perdonó haber traicionado su confianza al romper la promesa.

 Pese a este temprano revés en su carrera como dueño, Lacob no dio un paso atrás. Maldijo el lockout que le impidió tener el tiempo suficiente para hacer los cambios deportivos que el equipo necesitaba, pero siguió confiando en que su proyecto para sacar de la mediocridad a los Warriors triunfaría. Las normas del lockout impedían a las franquicias tener cualquier relación con los jugadores, pero tuvo vía libre para hacer cambios en la gerencia del equipo.



Un cambio desde arriba 

Para llevar a cabo una empresa de este calibre, Lacob optó por formar un equipo de cinco personas, en lugar de dejar el equipo en manos de un único General Manager.

 A Larry Rilley, entonces GM del equipo, sumó el fichaje de Bob Myers, experto en los detalles del convenio colectivo y discípulo aventajado del mejor y más poderoso agente de jugadores NBA, Arn Tellern. Dio otro asiento a Travis Schlenk, ojeador responsable de que jugadores no drafteados como Anthony Morrow (Nets), el malogrado Kelenna Azubuike, Anthony Tolliver (Wolves) o Reggie Williams (Bobcats), entre otros hallazgos, estén jugando en la NBA. Nombró a su propio hijo ayudante de GM, con el objetivo de fuera su voz en el grupo para tener una presencia constante en la toma de decisiones. Por último, consiguió que convencer a Jerry West para que se involucrara con su proyecto, ocupando el quinto asiento.


 En esta dirección plural, West no es el brazo ejecutor y está separado del trabajo del día a día a sus 74 años. Su nombramiento como consejero así lo atestigua. Sin embargo, su experiencia ha supuesto una voz fundamental en las oficinas de los Warriors cuando se definió la estrategia y se decidieron los pasos a seguir para llevar al equipo a la cumbre. ¿La fórmula secreta? Que no hay fórmula secreta.


 La receta que han seguido los Warriors para pasar de ser un eterno perdedor y uno de los peores equipos defensivos de la liga año tras año a encaramarse al quinto puesto del Oeste con 16 victorias y 8 derrotas ha sido sencilla. No hay trucos, sino que se basa en tres premisas clásicas del basket: Controlar el rebote, ganar siempre en intensidad y permitir que los jugadores talentosos jueguen sin ataduras en ataque.


 Este año, el equipo de la bahía se San Francisco es el tercer máximo reboteador de la competición y el quinto equipo que deja a sus rivales con un porcentaje más bajo de acierto en el tiro. Sí, los Golden State Warriors, has leído bien.


 De la mano de esta intensidad defensiva sin precedentes los Warriors han conseguido su mejor inicio de temporada en los últimos 20 años, incluyendo un récord de 6-1 en su última gira por la conferencia Este, el mejor road trip de la historia de la franquicia.


 Pero el aspecto más sorprendente de estos geniales resultados es que el equipo de Oakland los está consiguiendo sin contar con el jugador destinado a abanderar este cambio de cultura: Andrew Bogut. El pívot australiano, llegado a cambio de Monta Ellis, arrastra una fractura de tobillo desde su época en Milwaukee que solo le ha permitido jugar los 4 primeros partidos de la temporada antes de tener que volver a dar un paso atrás para seguir recuperándose.





 Sin Bogut, todo el grupo ha unido fuerzas para dar ese paso adelante defensivo y reboteador. Los capitanes, David Lee y Stephen Curry, dos jugadores conocidos por su deficiente defensa, están dando ejemplo y cuajando las mejores temporadas de sus carreras en este sentido. A su vez, los rookies de los Warriors, al contrario que la mayoría de los novatos de la liga, también están siendo claves en la mejora defensiva.



Un draft que inicia una nueva cultura

 "Para mi, esta es la parte más emocionante del año, y es una época importante para todos los equipos", comentaba Jerry West en una de las sesiones de entrevistas que los Warriors hicieron a todos los jóvenes a los que probaron en las semanas previas al draft. West, nombrado mejor ejecutivo del año en dos ocasiones, acudió personalmente a todas ellas. "El esfuerzo es algo que siempre termina saliendo a relucir", "yo veo una horrible cantidad de jóvenes cuyo esfuerzo es mayor que el de sus compañeros. Aunque no vayan a ser titulares, esos chicos son los que gustan a los entrenadores y que terminan siendo jugadores de rol que ayudan a tu equipo".

 Cuando Harrison Barnes estuvo disponible en el 7º pick, en posesión de Golden State, prensa y aficionados no dudaron ni un instante de que lo seleccionarían. Sin embargo, los picks 30 y 35, también en posesión de los Warriors, han terminado resultando fundamentales en el rendimiento del equipo gracias a su esfuerzo y ansia de mejora, los factores que West buscaba en esas entrevistas.


 "Calificamos nuestro draft de sobresaliente" decía Bob Myers, miembro de la dirección deportiva, tras haber drafteado a Festus Ezeli y Draymond Green. "Tuvimos mucha suerte de conseguir a Harrison, era un jugador que deseábamos. Pero Festus y Draymond nos encantan y estamos muy contentos de poder contar con ellos. No pondríamos esta nota a nuestro draft si no les hubiéramos conseguido".




 Tanto Ezeli, center titular del equipo, como Green, un polivalente stopper, destacan en defensa, esfuerzo e intensidad; las características que Joe Lacob desea para su equipo a partir de ahora. Pocos fuera de la franquicia esperaban roles tan importantes para estos jóvenes antes de que llegaran a la liga, pero su carácter está siendo esencial para la nueva personalidad de Golden State.


 En la bahía no pueden sino enorgullecerse del éxito de sus apuestas, no en vano y tal y como se suele decir, la mejor forma de ganar es por sorpresa.

3 comentarios:

R1Molano dijo...

Por ahora Jerry las esta atinando todas, que siga así

CdC dijo...

Está atinando incluso más de lo que parece. Sobre el equipo hace declaraciones con cuenta gotas y con la boca muy pequeña, pero si las repasas, se ve que siempre se termina haciendo lo que West dice.

El año pasado ya dijo por ejemplo lo del rebote. Que no hacían falta cambios grandes, sino una mejor preparación del rebote.

Yo estoy convencido de que fue uno de los grandes impulsores del trade de Ellis también. Había estado hablando de conseguir un hombre grande todo el año, y Bogut tiene pinta de ser justo el perfil que encandile a un tío como West.

R1Molano dijo...

Yo cuando dijo lo de equipo de élite en rebotes no le creí... y mira.